Luis Alberto de Cuenca reflexiona sobre el paso del tiempo en su último poemario, Bloc de otoño, y nos ofrece recreaciones sobre los autores clásicos bajo la etiqueta Panta rei.
Se puede escuchar una entrevista en el espacio "La estación azul" de RNE, en la que afirma:
"Los clásicos son nuestros contemporáneos, están ahí, son tan modernos como cualquiera que viva en el mismo momento que estamos viviendo nosotros ahora, en el siglo XXI. (...) Son apuestas permanentes de futuro, de presente y de pasado. (...) Los clásicos es la única apuesta que hay que hacer en los colegios y en la Educación Secundaria. Es absolutamente fundamental, estudiarlos, leerlos y disfrutarlos".
A propósito de Mimnermo
τίς δὲ βίος, τί δὲ τερπνὸν ἄτερ χρυσῆς Ἀφροδίτης,
τεθναίην ὅτε μοι μηκέτι ταῦτα μέλοι,
κρυπταδίη φιλότης καὶ μείλιχα δῶρα καὶ εὐνή,
οἷ᾽ ἥβης ἄνθ εα γίγνεται ἁρπαλέα
ἀνδράσιν ἠδὲ γυναιξίν· ἐπεὶ δ᾽ ὀδυνηρὸν ἐπέλθῃ
γῆρας, ὅ τ᾽ αἰσχρὸν ὁμῶς καὶ κακὸν ἄνδρα τιθεῖ,
αἰεί μιν φρένας ἀμφὶ κακαὶ τείρουσι μέριμναι,
οὐδ᾽ αὐγὰς προσορῶν τέρπεται ἠελίου,
ἀλλ᾽ ἐχθρὸς μὲν παισίν, ἀτίμαστος δὲ γυναιξίν,
οὕτως ἄργαλέον γῆρας ἔθηκε θεός.
dejo aquí este poema de L. A. de Cuenca:
Fuera de los regalos que despensa Afrodita,lejos de los placeres de la carne, ¿qué queda
que pueda resultar medianamente grato,
cuando lo principal nos dejó para siempre?
No es solo fealdad lo que trae la vejez,
sino también ruindad. De viejos, contemplamos
el mundo con rencor. Nos parece imposible
que haya acabado todo tan pronto, y se no sfrunce
el ceño, y comenzamos a detestar palabras
como 'joven', 'frescor', 'lozanía','verano',
y nos hacemos turbios, con posos permanentes
en el alma, envidiosos de cuanto nos rodea.
Esos cuerpos triunfantes, esas miradas limpias
e ingenuas, esos pechos erguidos, esos muslos
compactos continúan tentando nuestra carne
fofo, inútil, añosa. Siguen soliviantándonos
como antes. Pero antes no éramos invisibles
para ellos, y ahora somos apenas sombras
que les salen al paso, regiones devastadas
por la edad, repulsivas reliquias de otro tiempo.
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