El 30 de enero celebramos el Día Escolar de la No-violencia y la Paz. En nuestro centro hemos trasladado los actos conmemorativos a mañana viernes. Con este paradójico título obviamos el horror en el que vive parte del mundo.
Hace más de 3000 años los Atridas, con el pretexto de rescatar a la bella Helena, llevaron a los griegos a una larguísima guerra para asediar la rica ciudad de Ilión (Troya). Siete siglos más tarde el dramaturgo griego Esquilo describía estos hechos en su tragedia Agamenón. En las clases del Departamento de Griego reflexionaremos con sus versos: casi 2500 años después de que se escribieran nada parece haber cambiado. Los clásicos lo son porque saben captar y expresar la esencia de lo que les rodea, de lo más bello, de lo más sublime, pero también de las mayores crueldades e injusticias.
LAS MISMAS GUERRAS
IMAGEN: LALUPA3
Alguien ha dicho que los dioses
no se dignan ocuparse
de aquellos que han pisoteado
la majestad de las cosas intocables.
Quien lo dijo no era un ser piadoso:
porque brota, prolífica, la Maldición
que se abate sobre los osados,
sobre quienes alientan metas
que superan la justa medida,
cuando sus casas desbordan de abundancia.
IMAGEN: IRAQSOLIDARIDAD
Ares, que cambia por oro
la sangre de las víctimas,
sostiene la balanza en la guerra,
y desde Troya devuelve a sus familias
un puñado de polvo calcinado,
amargo y triste,
urnas rellenas de ceniza
en lugar de hombres vigorosos.
Esquilo, Agamenón, 369-380 y 437-444
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