Nos acercamos al equinoccio del otoño dorado, el traicionero Noto nos trae días más húmedos, comienzan las clases: todo sigue su curso en la naturaleza.
Y descubrimos que la cultura clásica es más cercana a nosotros de lo que pensamos, impregna todo lo que hacemos, pensamos y vivimos. Este artículo, La hora del triunfo, publicado en EL PAÍS recientemente nos recuerda que bebemos de la tradición grecolatina, creadora de héroes épicos que también ahora nos inspiran. Ya tratamos este tema desde la publicidad en otra entrada.
Y para un comienzo más serio del curso mira este fragmento de la película The Emperor's Club y reflexiona.
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