domingo, 16 de septiembre de 2018

POR UNA ESCUELA CON CLÁSICOS


POR UNA ESCUELA CON CLÁSICOS

Artículo de J. CARLOS IGLESIAS ZOIDOCatedrático de Filología Griega de la UEX y Presidente de SEECExtremadura, en el diario HOY, el 15 de septiembre de 2018.

Me pregunto si nuestra sociedad solo se dará cuenta de aquello que estos estudios aportaban (conceptos básicos de la ética, la filosofía, la política o el arte) cuando la pérdida de lo que antes disfrutábamos sin apreciarlo sea ya irreparable.

En estos últimos días la prensa nos ha mostrado con todo lujo de detalles el resultado de un desastre: la destrucción del Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro, el más antiguo del país sudamericano. El fuego ha devorado un conjunto de tesoros culturales de incalculable valor. Entre esos miles de objetos artísticos únicos e insustituibles, que se han perdido para siempre, se da la amarga ironía de que ha sido definitivamente destruido un fresco pompeyano tras haber sobrevivido a la terrible erupción del Vesubio del año 79 d.C. Una hermosa pintura que, por los azares del destino, había acabado expuesta en Río para disfrute de los visitantes de este museo. Lo que la nube piroplástica del volcán napolitano no consiguió destruir ha acabado desapareciendo para siempre por culpa de algo mucho peor que un desastre natural: la incuria y el desprecio de unas autoridades que no han sabido velar por la cultura custodiada en esta bicentenaria institución.
Tras las fotos del incendio, nos llegan a cuentagotas las quejas sobre la progresiva reducción del presupuesto destinado a la conservación del edificio, hasta el punto de conocer que se gastaba más dinero en lavar los coches de los diputados de la Cámara Baja en Brasilia que en preservar esas joyas culturales que se han perdido para siempre.
Ahora todo el mundo se escandaliza y las autoridades prometen todo tipo de ayudas para tratar de parchear una situación que ya es irreparable. ¡Cuánto más rentable para la sociedad habría sido prestar la adecuada financiación para conservar dignamente lo que ya existía y no era suficientemente apreciado!
Todo esto me ha llevado a reflexionar sobre el valor de la cultura en nuestra sociedad. Es cierto que en nuestro país las instituciones culturales cuentan con un apoyo mayor que el que hemos visto en el caso del Museo Nacional de Río. Sin embargo, no es menos cierto que hay ámbitos en los que el triunfo de un equivocado concepto de lo que es 'útil' acaba provocando el desinterés, cuando no el desprecio, por ciertos ámbitos de la cultura y de la educación. En concreto, me refiero a la difícil situación que viven los estudios clásicos en nuestra sociedad.
Por un lado, forman parte de unos estudios humanísticos que gozan cada vez de menor aprecio social hasta conseguir que sea un número reducido de alumnos quienes cursen estos estudios en el Bachillerato. Unos auténticos héroes que, frente a una terrible y bárbara incomprensión, han decidido formarse en materias humanísticas entre las que las lenguas clásicas ocupan un importante lugar. Pero, por si esto no fuera ya un grave problema, quienes cultivamos estos saberes también nos vemos obligados a luchar con la indiferencia de quienes no comprenden o no quieren comprender el valor del legado clásico grecolatino. Una lucha que se vuelve mucho más amarga cuando quienes se colocan al otro lado de esta virtual trinchera son compañeros docentes.
Por no hablar de aquellos cargos directivos que aprovechan cualquier ocasión para ir reduciendo el escaso espacio que nuestras materias se habían ido ganando a lo largo de muchos decenios de esfuerzo y renovación didáctica en el ámbito de la enseñanza secundaria.
En los últimos años esta situación ha ido empeorando en muchos lugares hasta el punto de que me pregunto si nuestra sociedad sólo se dará cuenta de aquello que los clásicos aportaban (conceptos básicos de la ética, la filosofía, la política o el arte) cuando ya la pérdida de lo que antes disfrutábamos sin apreciarlo sea ya irreparable. ¿No es mucho más rentable aprovechar lo que ya existe y ha demostrado una clara utilidad para una sociedad con valores que dejar que la incuria acabe provocando su ruina definitiva? Para mí la respuesta es clara: por una escuela con clásicos.
________________
También interesa leer el artículo Humanismo y educación, de Bernardo Souvirón.

domingo, 2 de septiembre de 2018

ESCUELA DE CLÁSICOS


PROFESORES Y PADRES SE CONCENTRARÁN ANTE EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN EL 8/9/2018
EN DEFENSA DEL GRIEGO Y DEL LATÍN

   La Plataforma Educativa “Escuela con Clásicos”, junto con la Sociedad Española de Estudios Clásicos (S.E.E.C.), la Sociedad de Estudios Latinos (SeLat), la Asociación Cultura Clásica, la Asociación Murciana de Profesores de Latín y Griego (Amuprolag), el Collegium Latinitatis, la Sociedad Cultural Hispano Helénica, la Sociedad Española de Bizantinística, la Sociedad Hispánica de Estudios Neohelénicos y otros colectivos, anuncia a los medios de comunicación la convocatoria de una CONCENTRACIÓN ante las puertas del Ministerio de Educación en Madrid (C/ Alcalá, 34), el próximo sábado 8 de septiembre a las 12:00 de la mañana, para pedir al Gobierno que se garantice la impartición de las asignaturas troncales de Griego y Latín dentro del itinerario de Humanidades y Ciencias Sociales, considerándolas estratégicas en el currículo y con ello se facilite la formación de grupos con aquellos estudiantes que estén interesados en cursarlas, con independencia del número de alumnos matriculados y en igualdad de condiciones al resto de materias troncales.
   La petición se produce en un momento en el que la pervivencia de las Clásicas en nuestros centros de Enseñanzas Medias está seriamente amenazada por la supresión de los grupos de Griego en muchos institutos españoles. Hay incluso autonomías en España en las que desde hace más de 10 años no se convocan oposiciones de Griego. La desaparición del Griego —que tememos inminente si no se pone remedio— significará, inevitablemente, en un plazo breve, también la del Latín, cuya lengua y cultura están estrechamente unidas a las griegas y contribuyeron a su vez a otorgar al mundo griego el papel central que le correspondió en la Europa humanista, moderna y contemporánea. Griego y Latín son dos lenguas, pero una misma cultura, como bien sabían los escritores y científicos griegos del Imperio Romano, que llevaron al mundo heleno a vivir su segunda edad de oro. Ambas lenguas y pueblos se retroalimentaron durante siglos y sentaron las bases de la cultura occidental. Fue aquel un modelo pluricultural, de integración y no de exclusión, lo que garantizó su pervivencia durante siglos.
   Hoy toca defender el Griego como hace un par de años tocó defender la Filosofía. Es el modelo humanista de nuestra educación el que está en juego en un momento en el que otras naciones de nuestro entorno, como Francia o Italia, apuestan claramente por el reforzamiento del papel de los clásicos. No perdamos aquí una batalla que se está ganando en otras partes.
Conviene decirlo en voz alta: el estudio de Griego ayuda al alumnado a mejorar la expresión oral y escrita no sólo de la lengua propia, sino de cualquier otra que estudie, dado el común origen indoeuropeo de casi todos los idiomas modernos del continente, amén de sus estructuras sintácticas similares; gran parte del léxico culto de esas lenguas y la práctica totalidad del vocabulario científico y técnico de todo el orbe son helenismos. Es decir, el griego es una lengua universal con todas las letras y más viva que nunca.
   El acceso a los textos griegos en su lengua original permite conocer directamente no solo la producción literaria griega, base de la latina y la occidental, sino también la vasta producción filosófica, científica y artística de los autores griegos y descubrir su amplia vigencia en el mundo actual. De esta forma, las nuevas asignaturas de Valores Éticos o Educación para la Ciudadanía, por ejemplo, se ven completadas y reforzadas, de forma natural, por los temas transversales tratados a lo largo de los dos cursos de Griego que, por desgracia, se están dejando de impartir en el Bachillerato. Gracias a esto, el alumnado afianza su conciencia individual y, mediante el autoanálisis, adquiere los valores humanísticos propios de una sociedad civilizada. Con la materia de Griego, juntamente con la de Latín, será consciente de su pertenencia a la comunidad política, socioeconómica y cultural europea, cuyos ideales de libertad, democracia, igualdad, mesura y respeto del ser humano tienen su origen en el mundo griego antiguo. La adquisición de virtudes como la solidaridad, la tolerancia, el respeto al resto de la comunidad, el desarrollo de la sensibilidad artística y literaria junto con los valores del ejercicio físico competitivos, a la manera de los certámenes atléticos panhelénicos, conformarán un ser humano armónico y completo, pleno de valores humanísticos (incluso los aspectos más controvertidos en la herencia de los clásicos merecen ser estudiados, porque aquellos, para bien o para mal, han sido fuente determinante de inspiración hasta nuestros días). Por añadidura, a nadie se le escapa que las materias de Historia del Arte o Literatura, además de la Filosofía o la Historia, se ven claramente reforzadas por el estudio de Griego.
   En definitiva, es inadmisible que nuestro sistema educativo se vea privado del estudio de Griego en Bachillerato, dejándose paradójicamente aventajar por el de otros países del entorno, más o menos lejano, en los que la herencia greco-latina resulta menor en todos los aspectos.
   Nos consta que los titulares tanto del Ministerio de Educación como del de Cultura reconocen el valor de las lenguas clásicas, pero es necesario y urgente que regulen su presencia en el currículo del Bachillerato de manera que se garantice la enseñanza de Griego con independencia del número de alumnos matriculados, impidiendo que pueda ser suprimida por los criterios más o menos espurios, en modo alguno educativos, esgrimidos por las direcciones de los centros, con la aquiescencia de la inspección educativa, criterios que habitualmente transgreden las normas estatales e incluso las propias normas de las Consejerías, como se ha visibilizado recientemente en el IES Abdera de Adra.
   Aunque las competencias en Educación estén transferidas a las CCAA, es responsabilidad del Gobierno supervisar e intervenir, en su caso, las administraciones autonómicas que incumplen sistemáticamente su propia regulación además de las reglas de juego que son para todos, como el R.D. 1834/2008 sobre atribución docente de las diferentes especialidades, que no permite al profesorado de Griego o Latín impartir Lengua Española a costa de que el alumnado, por minoritario que sea, deje de cursar Griego.

Leer la noticia: