lunes, 14 de junio de 2010

YOGUR GRIEGO

Seguro que alguna vez hemos oído la expresión "jroña ke jroña", que nos hace gracia porque en castellano suena un poco "a coña". La broma empezó hace unos años con este anuncio muy imitado de una abuelilla griega indignada por el expolio de las riquezas culturales de Grecia:


Lo que dice en griego moderno es:

Χρόνια και χρόνια μας 'πέρναν τ' αρχαία μας,

μετά μας πήραν και τσι Ολυμπιάδες μας,

τώρα θέλουν να πάρουν και το γιαούρτι μας!

La transcripción resulta algo así:

Jroña ke jroña mas 'pernan t'arjea mas,

metá, mas píran ke tsi olimbiades mas,

tora zélun na parun ke to yaurti mas!

Y la traducción es:

Años y años llevándose nuestros monumentos,

luego se llevaron nuestras Olimpiadas,

y ¡ahora quieren llevarse nuestro yogur!


El Estado griego llevan años reclamando sin éxito la devolución de parte de los relieves en mármol que adornaban el Partenón de Atenas. Fueron expoliados avant la lettre, cuando el territorio de lo que ahora es Grecia formaba parte aún del Imperio Otomano, que no tenía demasiado apego por la cultura griega y permitió que el británico Lord Elgin trasladara y luego vendiera los mármoles al Museo Británico en Londres. Otros también se aprovecharon de la inexistencia de autoridades helenas o de su falta de medios para comprar tesoros arqueológicos de la cultura griega, como los franceses con la Venus de Milo, que hoy vemos en el museo del Louvre, los alemanes con el Altar de Pérgamo, actualmente en Berlín, y un largo etcétera. La mujer del anuncio tiene toda la razón al estar indignada.

Que los antiguos Juegos Olímpicos hayan pervivido en las modernas Olimpiadas ha supuesto la universalización del espíritu olímpico y de la práctica del deporte, y que la sede original, Olimpia, y la propia Grecia despierten un interés que se traduce en muchos turistas. Así que los griegos más bien deberían estar agradecidos por esta exportación gratuita.

El yogur es un producto lácteo al parecer introducido por los búlgaros en los Balcanes a finales del siglo VII, aunque su nombre deriva de una palabra turca, y tiene gracia sobre todo conociendo la tradicional hostilidad entre griegos y turcos. Así que no es un genuino producto griego en origen ni lo comían los antiguos griegos, como pretende esta nuncio chileno, aunque, claro, no queda ya duda al ver en la mesa las centroamericanas papayas junto a un inverosímil esquifos azulón:



Sí es propia la alta calidad del yogur griego. Otro anuncio bromea con que el propio Zeus, el rey de los dioses, baja a mezclarse entre los (las) mortales para degustarlo; un actualizado dios, ya que los griegos clásicos no conocieron el yogur. Aparecen Afrodita, diosa del amor y la belleza, y un tal Dionisio, suponemos que por Dioniso, dios del vino y la fiesta. También cuelan la muletilla del "jroña ke jroña" que ha hecho famosa la marca, aunque ya no venga a cuento:



En Argentina tenemos una versión muy sensual de este mismo anuncio, que deja fatal a Zeus frente a su hijo Hércules:



Pero lo que no entiende nadie que haya probado el auténtico yogur griego es que lo que se comercializa en España con ese nombre se parezca mínimamente al original ni, por supuesto, que sea mejor, como nos dicen en otro anuncio unos supuestos griegos en un concurso de yogur de unas fiestas de Mikonos que dan risa, ni daríamos crédito a una supuesta familia griega, que ni sabe escribir su propio nombre en griego: en lugar de ΠΟΥΛΟΣ aparece POVLOS, que más bien parece latín:



¿Creeríamos a una empresa sueca anunciando su propia tortilla de patata con exagerados toreros y manolas que juraran que es mejor que la hecha en España?

Recomiendo un viaje a Grecia y hartarse del original.

¡Merece la pena!

Y para acabar con buen humor aquí tenéis un anuncio israelí de otro, éste sí, típico producto lácteo griego: el queso feta. Resulta simpático porque emplea los tópicos sobre los griegos actuales con moderación y gracia: el buzuki, la comida de celebración, la ensalada campestre (más conocida como ensalada griega), el aceite de oliva, la mujer guapa y el hombre seductor (ya hemos visto cómo las gastaban Zeus y Hércules), las aceitunas, romper platos (se suele hacer en las bodas porque trae buena suerte), bailar sirtaki (el que se escucha en el anuncio es el famosísimo de la película Zorba el griego), brindar con ouzo y corear γειά σου (se lee yia su) "salud" y "hola":



Αντίο! "¡Adiós!"

FOTO: MAKEMEMINIMAL

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